El primer problema a resolver por parte de un educador o de un progenitor es “enseñar a elegir”. El educando recibe sin filtro alguno multitud de contenidos entre los que es incapaz de discernir tanto en calidad como en carácter nocivo. En este sentido, el primer paso del educador es exponer el abanico de opciones de ocio y educar en la diversidad, dando pie a multitud de opciones: deporte, lectura, compras, juegos, cine, televisión, etc., de forma que el tiempo se distribuya homogéneamente entre las distintas opciones y se aleje el fantasma de quedarnos siempre con el ocio fácil, como es el televisivo.
Por tanto, como primer paso y a pesar de que siempre se piensa en educar a los niños quizás habría que empezar por educar a los padres. La racionalidad en el consumo televisivo es algo que habría que empezar por los progenitores, que, al llegar a casa con sus hijos, procedentes del colegio, se encuentran con una ingente cantidad de tareas que atender y la mejor manera de que los niños no distraigan o no consuman el escaso tiempo del que disponen es enchufarlos delante del televisor; de esta manera la televisión se convierte en el canguro improvisado que entretiene y controla a los pequeños.
De igual manera, la irracionalidad del uso viene dada también por el factor compañía, es decir, hemos convertido al televisor en un miembro más de la familia que nos acompaña en la mayoría de los momentos que nos encontramos en casa. El televisor, en el adulto, ha sustituido al canturreo, a la música o a la radio, de manera que lo tenemos permanentemente encendido, ya le prestemos atención o no.
Fuente: http://cuentosparadormir.com |
En este sentido, podemos preguntarnos: ¿realmente disfrutamos del tiempo libre? Y lo que es más importante, ¿compartimos el ocio con nuestros hijos?
Por otro lado, los más pequeños se han acostumbrado al ritmo frenético de los adultos: son capaces de llevar un sinfín de actividades, siempre deprisa, saltando etapas y disfrutando cada vez menos de su tiempo de ocio. De hecho, hay quien opina que se están perdiendo lo mejor de la vida. A continuación os dejo una entrevista a Catherine L'Ecuyer respecto a su libro "Educar en el asombro", un libro pensado para que los pequeños puedan recuperar esos momentos tan esenciales durante su desarrollo.
Recursos:
- La educación en el ocio y el tiempo libre (CEAPA, 2011): libro que nos invita a una reflexión sobre la educación para el ocio y el tiempo libre.
- Educar con cuentos: cuentos cortos con valores. Web que pone a disposición una multitud de cuentos cortos y que a la vez transmiten valores. Los cuentos además son potentes herramientas de educación y enseñanza y permiten establecer un nexo fortísimo con los niños.
- ¡Y cómo no!, los anuncios de una marca comercial de bebida refrescante que ha impactado entre los spots de este verano: le regalan un simple palo a un niño y entre todos, es el que más le ha gustado. El anuncio en sí solo quiere decir que en los juegos y juguetes de siempre se puede encontrar gran diversión y, sobre todo, desarrollar la imaginación del niño con el juego:
Fuente imagen: http://2.bp.blogspot.com/
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